miércoles, 11 de mayo de 2011

OPINIONES

        Esto es lo que pretenden ser estas líneas: opiniones.  Seguramente que unas serán buenas y otras regulares. Malas no quiero que sean. En todo caso son mías y doy por supuesto que pueden estar equivocadas.
        Son líneas que comencé, casi diría que por propia necesidad para mí mismo. El rebote de lo escrito siempre he notado que me ayuda………..a soportar.
        Me sorprendió duramente un texto de blog, donde descubrí a una madre que tenía el corazón dividido en dos y repartido entre sus dos hijos pequeños. La vida le ha golpeado brutalmente y ahora su corazón late, una parte por su pequeño, y sangra por la otra parte que falta. Intenté dar un poco de consuelo, me temo que muy poco, pero lo que aquella persona ignora es el bien que a mí me ha hecho. No en base a su sufrimiento. Eso es algo tan personal que no se puede transferir. Son heridas que únicamente pueden recibir un bálsamo, pero nada más. Lo que me ha servido es el conocer su coraje por remontar una situación que supera las propias fuerzas. Su deseo de nadar hacia arriba soportando la corriente que arrastra. Me ha servido para darme cuenta de la comodidad de mi vida, llena también de problemas; pero de otros problemas.   
           Cuando uno piensa que los propios son importantes; cuando a tu alrededor ves desmoronarse proyectos e ilusiones que se han ido por el desagüe, te llegas a quedar un tanto, no se si inmunizado hacia el desastre ajeno, o simplemente soportando en definitiva  la propia situación. El resultado es que no ves más allá. Te limitas a seguir y mirar tu raya en el suelo. Hasta que en un instante preciso algo te hace ver que nunca se está solo y que  egoísmos de todo tipo quieren hacerte olvidar que eres persona. Por eso le doy gracias.